Dominicana Sueña en EQUIPO
Al Horford es el principal rostro del conjunto dominicano
Según bien lo expresó Juan Luis Guerra en su canción 'Medicine For My Soul', República Dominicana es una tierra de peloteros. Así lo atestiguan también los más de 90 jugadores que representan a la nación caribeña en las Grandes Ligas. Sin embargo, recientemente, el principal país de la isla de La Española también puede considerarse territorio de baloncelistas. Y como nunca antes en la historia están soñando con lograr clasificar por vez primera en su historia a unos Juegos Olímpicos.
"Sin dudas este equipo que tenemos ahora mismo es el mejor de todos los tiempos. Esto porque es el grupo que mejor juega como equipo. Quizás hubo otros de más talento pero cada uno jugaba por su lado. Ahora no. Ahora tenemos un equipo", estableció el veterano periodista dominicano y actual gerente general de la selección dominicana, Leo López, dando evidente crédito de esa cohesión al trabajo realizado por el reputado entrenador estadounidense John Calipari, mentor de los campeones del baloncesto colegial de la NCAA, la Universidad de Kentucky.
Encabezados por los enebeístas Al Horford (Atlanta Hawks) y Francisco García (Sacramento Kings), República Dominicana busca hacer historia este año.
Los dominicanos solo han jugado una vez en su historia en un Campeonato Mundial de Baloncesto FIBA. Fue en el torneo Filipinas 1978 y cuando militaban jugadores del calibre de Iván Nieves, Vinicio Muinoz, Hugo Cabrera y Francisco Prats.
La República Dominicana nunca ha clasificado a unas Olimpiadas. Su más cercana clasificación a unos Juegos Olímpicos sucedió el año pasado en el Torneo Preolímpico de Las Américas en Mar del Plata 2011, donde terminaron clasificados en la tercera posición en el torneo que solo disputaba dos boletos a las Olimpiadas Londres 2012. Un revés ante Brasil en uno de los juegos semifinales del torneo, por marcador 83-76, y esto luego de haberles vencido en ronda preliminar, destruyó el sueño de los dominicanos de hacer el año pasado la historia que ahora pretenden en Caracas.
Aquel revés ante Brasil, de hecho, fue el último que habían experimentado hasta que este miércoles cayeron vencidos ante Rusia por 84-69 en la fecha final de la primera ronda del Preolímpico Mundial FIBA en Caracas. Sumaban nueve victorias corridas incluyendo dos triunfos sobre Puerto Rico en los más recientes compromisos que estos países ha disputado. Uno fue el juego por la medalla de bronce en el Premundial de Las Américas en Mar del Plata y el otro el juego por la medalla de oro del torneo Centrobasket celebrado en San Juan hace menos de un mes.
Pese al revés ante Rusia, los dominicanos están todavía con vida.
Este viernes jugarán ante Macedonia en un juego de muerte súbita por el pase a la fase semifinal del torneo. En ese se juegan la vida. De ganar entonces jugarían el sábado un juego de cruce semifinalista del cual los ganadores conseguirían el boleto a Londres 2012. Si pierden todavía les quedaría un chance adicional en el juego por la medalla de bronce del torneo. Del mismo sólo el ganador avanzará a Londres.
"Ahora hay que prepararse para Macedonia, que es otro equipo fuerte. Tenemos que enfocarnos en defensa y en negar canastos fáciles. Permitimos demasiados a Rusia por la derecha y por la izquierda y eso no puede pasar con Macedonia si queremos avanzar en el torneo", dijo el centro dominicano Al Horford.
La oportunidad es histórica. También determinante. El mejor momento del baloncesto dominicano podría aprovechar muy bien una clasificación olímpica para ganar un poco más de popularidad en la isla. Un revés sería desalentador, tal cual el vivido en el Premundial del 2009, cuando una escuadra igual de talentosa a la actual y bajo el comando del puertorriqueño Julio Toro falló en jugar al nivel de sus expectativas y fracasó en el intento por clasificar al Mundial de Turquía 2010.
Por lo pronto, la emoción es genuina.
"Ahora mismo todo el país está a la expectativa. Y se debe al buen torneo del año pasado y al juego en equipo que se está presentando este año. Es algo contagioso. El equipo juega bien y gana y el público lo sigue. Es un momento clave en nuestra historia",